jueves, 2 de febrero de 2012

De Kaede (Ester)

¿Queda tiempo? Puede. Pero ¿cómo se aprovecha el tiempo? ¿Realmente se puede aprovechar? Dicen que se mide con relojes y calendarios. Pero no puede ser así siempre. A veces, una hora nos parece una eternidad, y otras veces, un mero instante. Pero aún así, el tiempo se escapa... y sólo somos capaces de contemplar, inertes, cómo abre las alas y echa a volar, dejándonos detrás.

De Kaede (Ester)

Coge un puñado de arena. Parece consistente, parece sólida... ¿no sientes cómo se te escapa entre los dedos? Intenta que no se te escape del puño cerrado. Creo que no podrás.

Está lo que somos, lo que queremos ser y lo que somos a los ojos a los demás.

<< Lo que es, es.

La realidad no es como a mí me convendría que fuera.
No es como debería ser.
No es como me dijeron que iba a ser.
No es como fue.
No es como será mañana.
La realidad de mi afuera es como es.

Yo soy quien soy.

Yo no soy quien quisiera ser.
No soy quien debería ser.
No soy quien mi madre quería que fuera.
Ni siquiera soy quien fui.
Yo soy quien soy.

Tú... eres quien eres.

No eres quien yo necesito que seas.
Tú no eres quien fuiste.
Tú no eres como a mí me conviene.
Tú no eres como yo quiero.
Tú eres quien eres>>.

Crisis... que gran resonancia tiene esa palabra. No, no me refiero a la crisis económica. Todos tenemos derecho a estar en crisis. Muchas veces pensamos que la crisis es como la lluvia: pasará. Siempre pasará. Todo pasa.

¿Todo?

¿Qué es todo? Nada es igual, no hay nada exactamente igual, nada es exacto 100%... Incluso el tiempo. La expansión y contracción del universo, las supuestas repeticiones continuas de la historia una y otra vez, eternamente, sin que el universo se desgaste..

¿Todo pasa?

Qué diminuta existencia nuestra... vida corta, contenedor frágil, trastornos, putrefacción ideológica, profanación de la identidad, apatía inapologizante...

Ay, pequeños seres... no comprendéis lo que intento deciros. Seguramente no habréis entendido nada de lo que os he dicho, sobre todo en el párrafo anterior. ¿Profanación de la identidad? Pensad profundamente y comprenderéis lo que quieren decir esas palabras.

Lo que queremos hacer, cómo lo hacemos, lo que hacemos, lo que queremos demostrar con lo que hacemos, cómo interpretan los demás lo que hemos hecho... Parece que esté hablando de arte... pero es más que eso. O, ¿quién sabe? Quizás a lo que hago se le puede llamar arte. Sólo quizás.